Más del 90% de los ataques que se realizan con éxito hoy día podían haber sido evitados aplicando un parche. Y en la mayoría de casos, dichos parches llevaban disponibles más de un año. La aplicación de parches es la estrategia de mitigación de riesgos más eficaz que pueden aplicar las organizaciones.
Sin embargo, la mayoría de vulnerabilidades publicadas no son explotadas ‘in the wild’. Por lo tanto, la disponibilidad de código de explotación es un factor importante a la hora de decidir a qué parches se debe dar prioridad*.